sábado, 31 de octubre de 2009

LA PIRÁMIDE EXISTE, por Carmen G.


A punto de cumplirse ya tres años de la muerte de Mario Cesariny me acerco de nuevo a él con la certeza de saberlo vivo entre sus versos. Cesariny el prestidigitador, Cesariny como un “navío de espejos” reflejado en mi garganta, Cesariny descubriéndome “el arte de bailar en silencio”, Cesariny en lo más alto de su pirámide.
Hace años lo encontré en el humo colgante y sutil de su cigarro y su voz me hizo pequeña. No voy a olvidar nunca como aquel hombre de delgadez casi cadavérica se acercó al micrófono para deleitar a una sala completa de oyentes con su maravilloso “poema pudiendo servir de postfacio” A pesar de ser una de las figuras más importantes del surrealismo portugués tanto por su obra poética como por su faceta pictórica, se nos presentó, a todos los que allí nos convocamos, como un gran desconocido. Y ese desconocido llegó a mí para quedarse. Llegó a mí para enseñarme que la pirámide existe aunque a veces no se vea, que la pirámide “dice cosas” que la pirámide duele. Porque si se puede decir algo de la poesía de este hechicero, es que duele. Duele, sangra, escuece, desfallece y mata sublimemente.


La Antología que ahora tengo en mis manos nos presenta sólo una muestra del Cesariny que bajo el puño atroz de una dictadura, la de Salazar, se trajo consigo el “no” bien alto, el aullido contestatario del surrealismo encontrado en Breton o en su querido Artaud, al que dedica un poema en Pena Capital. También nos encontramos vagando por estas páginas el latido de Pessoa, del que dice en la nota de primera edición que “es un gran poeta que viajó siempre en primera clase, incluso cuando estaba parado”.
Él mismo se define en su autobiografía así: “soy un hombre/un poeta/una máquina de ensartar vidrio de colores” y esa máquina se encargó de “denunciar la desesperación” por medio del arte. No hace mucho, vi un vídeo suyo recitando en una playa. Me emocionó como si hubiera perdido a alguien de mi familia. Es increíble que se pueda llegar a sentir tal cercanía por alguien que se conoce sólo a través de su obra.
Muéstrame, Cesariny, dónde has dejado, al marcharte, una pirámide para mí, “porque tú estás en mí como yo estuve en la cuna /como el árbol bajo su corteza/ como el navío en el fondo del mar” .
Carmen G.

viernes, 30 de octubre de 2009

CIERTA ESTÉTICA DE RESISTENCIA


Este jueves hemos tratado, en nuestro programa de radio, sin casi proponérnoslo, la emoción del artista en su realización como tal. Estableciendo un puente entre lo real y su invención. Así las cosas, nuestro ladrón comenzó con la lectura de Carlos sobre un texto de Truffaut donde hace crónica de sí mismo en su actividad como director, artista y artesano a través de la observación de ciertas situaciones que ocurren en la vida cotidiana. Nos habla de la génesis de una escena. Truffaut, el contemplador activo, nos ofrece un relato sencillo y directo que explica el secreto de su felicidad (ser direcor de cine). La anécdota, prehistoria de una escena fílmica, de una invención de la realidad: una joven acosada por un hombre en medio de la calle. La muchacha abochornada huye como puede. Es entonces cuando el observador Truffaut funda un compromiso para resolver esta escena tan repetida, para transformarla. Y le da una lección al aprendiz de seductor. Cuatro meses más tarde la escena se repite, pero con un giro moral: la joven se enfrenta a su acosador y le enseña su propia imagen reflejada en un escaparate, increpándole con la siguiente pregunta: ¿cómo es posible que se crea un seductor con esa cara? Cierta estética de resistencia o creación moralista. El texto leído por Carlos, corresponde a una antología que lleva por título El placer de la mirada.

Después dimos paso a la música que nos acompañaría toda la noche (Aute y su Alevosía mágica). Luego les llegó el turno a Javi y a Eva, desde Madrid, incombustibles francotiradores de las injusticias sociales, amantes de la comida japonesa y de los países exóticos. Tan hechos a sí mismos que deslumbran con sus opiniones. Nos deleitaron con uno de sus concursos, el personaje a descubrir esta vez era: Camarón de la isla. Llegamos hasta la séptima pista para identificarlo. Cada vez lo ponen más difícil. Después, Eva nos trajo la aventura recogida por Cristina Morató en su obra Viajeras intrépidas y aventureras, con la que intenta reivindicar a todas estas figuras sombreadas por la autoridad machista de tantos siglos, que, tristemente, aparecen condicionadas y practicamente mudas por ser mujer, fueron transgresoras por necesidad en un mundo intransigente. Logrando todo lo que algunos hombres y posiblemente mucho más.

Javi, por su parte nos recordó el mundo fantástico y simbólico pero muy convincente de Michael Ende, con su obra Momo. Fábula de una sociedad envejecida no por las personas sino por sus valores. Protesta contra la deshumanización. Este extraño libro infantil, dirigido a esa infancia que no deberíamos de perder, supone para Javi una obra crucial, al igual que le pasaría a Tamara con El principito.
Por otra parte, y a raíz de unos comentarios sobre una clase de violencia gratuita en el cine de hoy, Juan Luis planteó el contenido violento de los medios de comunicación. Cómo este consumo indiscriminado provoca la insensibilidad en el público, convirtiéndolo en un espectador que se autocensura por cierto gusto morboso, y que se distancia del sentido informativo de la noticia quizás porque es un sentido hueco, simple excusa para una captación de audiencia. Y estableciendo paralelismos desafortunados seguimos con la obra de Tarantino y de Robert Rodríguez. De este último, Carlos nos recordó, en un agradecido cambio de registro, las penurias y la tenacidad para llevar a cabo con un presupuesto ínfimo su opera prima: El mariachi.

Llegó el turno del sabio humilde: José Manuel que nos ofreció, por su parte, un análisis humano y reflexivo sobre la diferencia cultural entre occidente y oriente, con la obra del director surkoreano Kim Ki-duk, Aliento. Planteando la ambigüedad del corazón de los hombres, las dicotomías occidentales no son válidas en esta historia. Con su acostumbrada capacidad de asociación nos ofreció el extraño relato de La piel fría de Sánchez Piñol, menú exquisito. Óscar recordó algún que otro apunte sobre Marcuse y su obra El hombre unidimensional, acudiendo a la desgraciada actualidad de ciertas obras. Planteando la anulación de la dialéctica como un método de indefensión sistémica que el estado general de cosas procura para que el individuo tome la resistencia como una utopía. Tamara lanzó al tapete el desafío sobre la validez de una ética en estos días, recomendando fervientemente Ética para Amador de Savater. También prometió contarnos en próximos programas, la entrañable historia de "Mamá áfrica", una anciana residente en La Laguna, que todos los años recolecta por su cuenta y ,a pesar de las autoridades públicas, material de todo tipo para el mal llamado tercer mundo. Finalmente, en una pirueta de rocambolesca destreza, Samuel remató con un salto mortal, planteando la validez de la obra El libro de Manuel de Julio Cortázar. Un alegato ebrio y contumaz contra los crímenes de guerra, promovidos por las grandes potencias. En contraste con 62 modelo para armar de la que ya había hablado en el programa pasado, Samuel reivindicó el valor literario en registro tan distinto, para esta obra de corte social y político. El libro de Manuel es quizás la consecuencia artística de esa resistencia ética y estética reivindicada por el filósofo de la escuela de Frankfurt.
Nuestro ladrón del 29 de octubre de 2009 llegaba así a su término. Tan sólo recordar el hueco enorme de Fran y Carmen, dos miembros imprescindibles que esperemos se incorporarán de nuevo en esta andadura de clandestinidad solidaria. Nos volvemos a escuchar el jueves a las 21:00 horas y en reposicón los sábados a las 17:00 horas, en radio arena http://radioarena.es/

jueves, 29 de octubre de 2009

A propósito de los escritores y los premios, por Javi


Una reflexión más...


" Las recompensas para los escritores crecen exponencialmente en los últimos años. Esto ha provocado la creación de una página web, que ofrece a sus subscriptores información sobre las bases de 3500 certámenes. La página es: premios-literarios.com"
Esta noticia, sacada del periódico el País, me hace reflexionar sobre los escritores que ya no se encuentran entre nosotros, que pasaron hambre, olvido, exilio, fusilamientos, persecuciones...No tenían tantos certámenes donde valorar su destreza con la pluma, ¿que pensarían de los 3500 premios?, cuando se tiene tanto de todo ¿se hace peor literatura?, cuando no se tiene hambre y se vive tan cómodo ¿se hacen peores libros?; ¿los escritores clásicos o de otra generación más antigua eran más creativos?, el yugo, látigo, las rejas, la policía, la censura ¿agudizan el ingenio?o todo es más fácil. Es simplemente una cuestión de gustos. Entonces ¿qué gusto tendrán los jueces de los certámenes?.
La verdad es que me alegra que se destinen tantos esfuerzos por la cultura y en este caso por la literatura en concreto, pero como en todo, en esta vida tiene que haber un "pero". Espero que los criterios de los jueces no sean los del interés propio, pueriles, especulativos y una cuestión de manga, sino justos y sin censura, dentro de la propia temática del certamen, porque esto de ser juez parece extenderse como una epidemia pandémica por el mundo, ya que juzgar y decidir sobre el esfuerzo de otros es fácil, está de moda y al alcance de cualquier mortal, entre esos mortales yo mismo.
Digo todo esto por que creo que cada día se fijan menos en autores primerizos o inéditos, como en su día Miguel Delibes ( que no es de mi devoción, todo hay que decirlo), o el caso de Camilo José Cela, Premio Planeta en 1994 y cincos años después de recibir el Nobel ( expongo esto por aquello de los criterios a seguir).
Menos mal que no se llega a los límites de los pintores, que tienen que morir para ser reconocidos y vender a precio de sueldo de político especulador una vez muerto, claro está.
Una vez más, si me equivoco decírmelo y aunque parezca que me quejo, no lo hago, porque en comparación con otros países, la cantidad de premios que hay en España es superior. Por poner un ejemplo, Perú, tiene tres certámenes literarios o premios.

"Demio" javi

martes, 27 de octubre de 2009

¿Dónde está Roberto?, por Óscar H.


Descubrí a Bolaño cuando ya había muerto (un año después, en 2004). Lo mismo me ocurrió con Kurt Cobain, unos diez años antes. Dicen que fue uno de los últimos iconos de la música en desaparecer como un verdadero ídolo (antes de los 28 y con un cóctel de pastillas). Hoy en día me quedo con Jeff Buckley, con su desaparición (más patética y humana, menos espectacular)y con su música.
Leí a Bolaño a través de los días, meses y años. Y aún sigo leyéndolo. La primera novela que tuve el placer de descubrir fue su aclamada Los detectives salvajes. Y claro, empezó un romance oscuro y obsesivo. Digo "claro", porque aquella historia a pesar de transcurrir en Sudamérica a un grupo de jóvenes que van descubriéndose a sí mismos como poetas urbanos y vivenciales, a lo largo de varias décadas, trazaba un itinerario que podía ser el de cualquiera que con veinte añitos decide dejarlo todo por escribir. Por supuesto yo no lo dejé todo por escribir ni me fui a Barcelona y a París, ni me recorrí Europa, como sí hizo Bolaño en su juventud. Aunque si es verdad que quise hacerlo, soñé muchas veces con hacerlo, y cuando dejé el sueño medio dormido apareció Bolaño. A lo más que llegué fue a internarme en la biblioteca de la universidad, a no asistir a las clases de Filología, y a errar con amigos, por las calles y los bares de La Laguna, creyéndome un poeta muy importante. Digamos que lo mío fue una versión disney de estas vidas desmesuradas. Su vida radical y ambulante pasó por momentos que él mismo reconoce de verdadero sufrimiento y soledad. Y aunque tenía un objetivo, es decir: la literatura, ¿cuántos desconocidos que no olvidados, porque nadie los recordó nunca, intentaron lo mismo? Quiero pensar que le movería algo más grande que su propia circunstancia orteguiana, algo parecido a la voluntad de la que habla Shopenhauer. Pero posiblemente no fue así. De lo que no hay duda es que el resultado es casi más literario que su propia obra. De hecho ocurre que como un verdadero Beatnik su obra fue hasta cierto punto su vida, y viceversa. A parte de esta característica que le concede a sus libros un estilo directo, antiretórico, fluido, descarnado, cercano al realismo sucio, también resulta que buceando un poco en su obra nos encontramos con un hombre-enciclopedia. No ya aquellos horribles hombres-libro que proponía Bradbury para el final de Farenheit 451 (a Bolaño me remito, por el apelativo de horribles, en su obra Entre Paréntesis, recopilación de artículos, entrevistas, cuentos cortos, reseñas, ensayos, conferencias), sino un hombre con un saber que deslumbra no sólo en lo humano sino también en lo demoníaco. Esa sabiduría hecha con el polen de las enseñanzas librescas, germen del pensamiento crítico. Comparatista nato, tenía la capacidad junto con su amigo Fresán de acaparar un radio de lecturas asombroso, por su profundidad y por su variedad. Quizás lo que más resalto de este aspecto borgeano de su personalidad, es el de la cercanía y el de la difusión clara de una opinión propia (algo parecido a Truffaut con el cine y la literatura, léase El placer de la mirada). Después de aquel desplante hecho a Octavio Paz, y de su reivindicación de un grupo olvidado de escritores, amantes de Auden, Joyce, Jim Morrison, el tabaco, las drogas, Rimbaud...llamados Real viscerralistas e Infrarrealistas, en sus dos versiones: la inventada y la experimentada. Después, digo, de seguir los pasos de Cesárea Tinajero junto a Belano y Lima, fueron llegando a mis manos casi toda su obra publicada: sus novelas: Estrella distante, Nocturno de Chile (que mi amigo Fran me contó que lo habían traducido al inglés con el estúpido By night in Chile), La pista de hielo, Amberes, Monsieur Pain, Amuleto, Literatura nazi en américa, Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce (proyectada junto a A.G. Porta); sus libros de cuentos: Llamadas telefónicas, Putas asesinas, El Gaucho insufrible y El secreto del Mal; y su obra poética recogida en el libro La Universidad desconocida. Todos me fueron deslumbrando, algunos más que otros y muchos tendría que volver a leerlos. Pero la adicción a Bolaño fue un hecho y el síndrome de abstinencia también. Fue y sigue siendo un referente de consulta y de disfrute, gracias a su capacidad de desenmascaramiento de la sociedad, y a su ambigüedad con respecto al trabajo de sí mismo y de los otros. Le oí decir que el mundo de la literatura es un mundo lleno de canallas, y de cretinos que piensan que van a ser recordados (él lo sabría bien). Cuando Bolaño murió, era el autor de Los detectives salvajes (Premio Herralde de 1998). Después se convirtió en un mito, en parte, por promoción editorial y consenso casi plural de distintos críticos importantes (por ejemplo: Susan Sontag) y también porque aún habría de llegar su gran obra, tristemente inacabada.
De esta nómina de huesos (César Vallejo)he excluído dos que dejé para el final. La extraordinaria 2666, esa obra póstuma, inmenso corpus, novela compuesta por varias novelas, donde se retrata la desesperanza y el sufrimiento ajeno. Aunque también la incesante curiosidad humana, con un trasfondo político y social, ofreciendo al lector una combinación decisiva de géneros distintos: policíaco, psicológico,realista, histórico.Un verdadero tour de force. La otra novela que excluí voluntariamente de la lista, silenciosa y contundente, lleva por título Una novelita lumpen. Enorme pero concisa y muy breve (150 páginas en la edición de Anagrama). La leí cuando Mondadori la editó, y ahora he vuelto a por ella. O ella volvió a por mí. Cuenta la historia de dos hermanos huérfanos que tras perder a sus padres han de sobrevivir como pueden. Bianca, la mayor, deja la escuela por un trabajo en una peluquería. La historia la conocemos a través de ella, y no sólo nos cuenta lo que hace sino los estados mentales, las improntas y los sueños que va teniendo en esos meses de duelo, tras la pérdida de sus padres en un accidente de coche. También cuenta lo que se convertírá en la pequeña trama que se oculta en la historia. Su hermano, que también ha dejado el colegio por un trabajo en un gimnsaio, trae, un día, a dos desconocidos (un boloñés y un libio) a su casa. Éstos se terminan instalando en su casa, y mientras limpian y hacen de comer, o ven la tele o se acuestan con Bianca, le propondrán a ésta que se prostituya, con el fin de atracar a su cliente. Éste es una vieja estrella del cine Peplum, mister universo, venido a menos, calvo y orondo y además ciego. De la entrada y salida a este pozo trata la novela.
En cuanto a extensión y ambición literaria es lo opuesta a 2666. Pero el resultado es curioso. De alguna forma se aleja del Bolaño más memorable, quizás porque es una novela de encargo. Aunque desde luego sigue teniendo su estilo: radiografía de los territorios extraños pero también comunes de las relaciones humanas, experto en fijarse en lo desenfocado de la foto, rozando a veces lo inverosímil, con sus personajes casi deformados. Bolaño nos cuenta el aprendizaje de esta joven a través del sufrimiento, y cómo va tomando decisiones desesperadas y entrando en una espiral de delincuencia, que no es tal. En eso recuerda a la Odile de Banda aparte de Godard. Creo que el secreto de esta obra maestra reside en los silencios que están depositados con una dosificación que recuerda a Benedetto. El infierno cotidiano, casi mecánico que describe Bianca con la ausencia de sus padres, la insensibilidad e indolencia ante los desconocidos y el simple ejercicio de respirar cada día, se hace más denso con un subtexto silencioso que inunda toda la novela.
Bolaño demuestra que maneja varios registros aunque siempre aportando cierto sello personal que lo hace heredero y precursor al mismo tiempo de otros escritores. Ahora me doy cuenta de que he titulado este artículo ¿Dónde está Roberto?, porque pensaba hacer un relato más o menos somero de mis opiniones sobre la experiencia que como lector he tenido durante este último lustro con uno de los escritores más relevantes del panorama mundial. Como si se tratara de una búsqueda personal. Pero en realidad, he de admitir que con el escritor chileno me ha ocurido, lo que ocurre a veces con un autor: él mismo con su obra te va encontrando y dejándote pequeñas postales en tu memoria. Recuerdo a mi amigo Sam y cómo iba comprándose y leyendo los libros de Bolaño que yo iba sacando en la biblioteca, y como por un momento aquél nos llevó a Sergio Pitol, con El tañido de una flauta, al que supimos superior al chileno en algún aspecto técnico que ya no recuerdo, y de Pitol a Vila-Matas o viceversa, a Fresán, a Alan Pauls, a Piglia, a Villoro, a Berti, y ahora también a Sada, al que no hemos leído pero que parece prometer mucho. Y luego vino toda la tradición anterior que Bolaño iba destilando en sus escritos: Borges, Bioy, Showb, Wilcock, Cortázar, Antonio di Benedetto. Y también recuerdo a Carmen, amante y compañera de fatigas, leyendo asombrada Los detectives salvajes y con un punto de incertidumbre infinita sobre Cesarea Tinajero. ¿Dónde está Roberto? Personalmente pienso que Roberto está en todas partes, no por este boom individual sino por mi propio ejercicio de reflexión apoyado muchas veces en la gente que me quiere y que me escucha. Y,claro está, en el propio Bolaño, esté donde esté.
Óscar H.

FRASES CÉLEBRES (O NO), por José Manuel Cañamares

Cuando uno está leyendo un libro de repente aparece una frase, un párrafo, una observación, una conversación… que le produce una pequeña convulsión, que le hace pararse, releer y pensar con detenimiento en su significado. Y no tanto por lo que el escritor ha querido decir (¡a saber!) sino por lo que en uno provoca. No se trata tanto de una “cita” hermosa, de una frase inteligente, sino de que esas palabras “llegan” a uno y le incitan a reflexionar, a buscar un sentido propio a lo leído, a acoplar esas palabras a la experiencia personal. Me gustaría compartir con vosotros algunas de estas frases, con la intención de ver si también generan en vosotros alguna emoción más allá de la puramente racional de la lectura. Hoy os presento una pequeña parte de una conversación que José Saramago escribe en “El hombre duplicado”: “Lo que tenga que ser será”, dice el protagonista (Tertuliano Máximo Afonso). Y su conciencia le responde:”Conozco esa filosofía, suelen llamarle predestinación, fatalismo, hado, pero lo que realmente significa es que harás lo que te dé la real gana, como siempre”. Lo que me llama la atención es cómo utilizamos el lenguaje a veces para esconder la verdadera intención. Es cierto que “lo que tenga que ser será”, o el religioso “que sea lo que dios quiera” o la española de “salga el sol por Antequera y póngase por donde quiera” parece que tienden a dejar en manos del destino, la casualidad o el azar las consecuencias de nuestros actos, pero no tienen en cuenta u obvian (¿ingenuamente?) que esas consecuencias se producirán a partir de decisiones, acciones o inacciones que nosotros tomamos. Hay muchos ejemplos en este sentido, pero quizá uno de los más llamativos es el que determina en los medios de comunicación que se llame “soldado” a los “nuestros”, “terrorista” o “asesino” a los “enemigos” y, si no tenemos muy claro si son amigos o enemigos, pues… se les llama “guerrilleros” y ¡ya está! En resumen ¿utilizamos el lenguaje, retorciéndolo, para no responsabilizarnos de nuestros actos?
José Manuel Cañamares

domingo, 25 de octubre de 2009

Lecturas recomendadas del día 22

jueves, 22 de octubre de 2009

MARCUSE, PUNSET, POLÍTICOS Y FOCOS CENITALES, por Oscar H


La visita de Punset, Eduardo Punset ha consisitido en una estrategia para componer un cuadro de costumbres político y social. La trampa, un señor con una pinta a lo Punset, es decir una mezcla entre Einstein y el doctor chiflado proveniente de tierras catalanas. Pero ¿por qué se prestó a ser el doble de sí mismo? no lo sabemos, posiblemente por dinero, me han dicho, aunque quizás sea, pienso, por la simpatía que despierta este hombre televisivio, que siempre hace entrevistas en inglés, y siempre con amigos, un plantel de amigos de lo más nutrido del mundo de la ciencia, y siempre viajando, de aquí para allá, y enseñando o aprendiendo, más bien, de sus nietas, cuál es el sentido de la vida. Aunque todo esto parezca ridículo, lo ridículo fue ver la cara que se nos puso a todos, cuando descubrimos que aquel señor no iba a hablar aún y que efectivamente iba a comportarse como un doble, desgraciadamente mudo. Durante todo ese momento era una especie de artista inivitado, al que no le daban ninguna línea en el guión. Todos, más tarde, en una explosión de libido reprimida por tanta agresividad acumulada –el responsable de esto fue Soria y Cajacanarias con su discurso único y funcional, ovacionamos a este showman, el supuesto doble de Punset, con su verborrea casi cómica, inteligente y muy seria, que nos convocó, sin pretensiones y con un lenguaje muy cercano y dialógico a reflexionar sobre el papel de la ciencia, la tecnología en nuestra sociedad: el papel de las emociones y la inteligencia y cómo es posible que seamos tan ignorantes para algunas cosas, y a quién le ha de convenir esa ignorancia. Cuenta Marcuse en su libro El hombre unidimensional, que la ciencia y la tecnología son un progreso limitado, en el sentido en que debe mirarse qué poder fáctico lo está detentado, qué se persigue con el uso de ese progreso, cuál es el abuso de esta aplicación, y cuáles son sus consecuencias morales, históricas, humanas, filosóficas, etc. Lo de unidimensional es producto de la eliminación de la dialéctica que promueve la contradicción, el ejercicio sano de la resistencia, de la negativa a un status quo, programado e impuesto, él diría: predeterminado. Lo relevante en estos tiempos que vivimos es que pocas veces queremos ver las orejas al lobo. Pero este viernes, 9 de octubre de 2009, a las cinco de la tarde (Lorca dixit) yo pude verlas. La convocatoria en el auditorio de nuestra gran cajacanarias, para ver a este Sócrates del siglo XXI, este Voltaire de nuestros días, divulgador de cierto pensamiento estadístico, científico y metodológico, que dirige el programa de televisión Redes, fue una trampa. Nos esperaba el doble de Aznar, don José Manuel Soria, vicepresidente de nuestra comunidad, y consejero económico, dando una charleta sobre las previsiones de nuestra economía en tiempos de crisis, enumerando una serie de medidas que facilitarán que la macroeconomía especulativa (tecnológicamente cruel, voraz y criminal), nos afecte lo menos posible, diciendo que la clave está en no subir los impuestos y en ajustarse el cinturón. Lo que significa reducción en los servicios sociales, pero también inyecciones, o algo así, para incentivar o estimular la inversión, la iniciativa empresarial, qué sé yo, de manera que se excite el consumo. Yo no sé a ustedes pero a mí este lenguaje me parece de lo más sexual que he escuchado en mucho tiempo. Y volvemos a Marcuse, que dice que cuando nuestra vida sexual se focaliza en el lecho burgués, que de acuerdo con Freud, supone la liberación de una libido socialmente permitida y favorecida, va a protagonizar una sexualidad parcial y localizada, equivalente a una compresión de la energía erótica, provocando el crecimiento desenfrenado de formas de agresividad sublimadas y no sublimadas. Es decir que recibimos indefensos e ignorantes, una cantidad de agresividad coercitiva y destructiva, proveniente de una represión sistemática, desde varios frentes (el material y el abstracto), capaces de hipnotizarrnos con un lenguaje orwelliano, y hacernos sentir culpables y resignados por lo mal que va todo. Por eso Soria, atrapado en su discurso enseñó las orejas y algún que otro colmillito, cuando llegó el momento de dar explicaciones serias. Atrapado como estábamos nosotros en aquel auditorio (si salías a descansar, te prohibían la entrada y poder disfrutar de Punset) me acordé del cuento de Cortázar, La autopista del sur, donde el protagonista se quedaba atrapado en un atasco en la autopista, durante muchos días. Dice Cortázar que pudo comprobar que todas las reacciones que tuvieron los personajes fueron el remedo inventado, de lo que le aconteció a él mismo un tiempo más tarde. El cuento se convierte en una especie de laboratorio experimental donde se pone a prueba la cohesión de la sociedad. En los momentos más críticos, se despiertan ciertos valores, como el de la solidaridad, que parecen borrados en nuestra vida-colmena. Creo que el elemento de cohesión en nuestro caso fue la constatación de un engaño, cuando aturdidos pudimos ver al supuesto doble de Punset siendo cómplice de nuestro sufrimiento. Ese hombre adorado al que habíamos ido a escuchar rechazó quedarse las dos horas que mediaron, hasta su intervención, en el escenario, junto al conferenciante, pretextando que le molestaba la luz. En un momento preciso se levantó, mientras Soria conferenciaba, y descendió de las alturas políticas para acercarse al pueblo llano e ignorante. Cuando por fin todo terminó apareció de nuevo Punset, el gran Punset (doble de sí mismo hasta ese momento, por haber aceptado la invitación a un acto propagandístico como éste )y supo, inteligentemente desmarcarse, ahora con el verbo, diciendo, más o menos, lo siguiente: “esta luz proveniente de estos focos cenitales hace que todos ustedes me vean, maravilloasamente bien, pero, por el contrario me impide que yo los vea a ustedes, y eso es, precisamente, lo que yo pienso de los políticos: todos los vemos a ellos, maravillosamente bien, pero ellos son incapaces de vernos a ninguno de nosotros”. Pues eso.

Óscar H.

domingo, 18 de octubre de 2009

Voluntad socio-Política y la nueva premio Nobel de economía. Una reflexión, por Javi

Voluntad Socio-política: Cuando hay voluntad politica, se movilizan los recursos necesarios y se mueven todos los resortes del sistema para hacer frente a cualquier problema que nos venga. Pero cuando lo que existe es la voluntad del poder, no se movilizan nada más que los propios recursos individuales de enriquecerse a costa de la pobreza de las demás personas del mundo. Por desgracia, esto pasa en muchos lugares del mundo y por lo tanto,en ayuntamientos, ministerios,comunidades autonómicas,posiciones politicas..y esto a su vez afecta a los recursos sociales, de los cuales somos todos beneficiarios. Con nuestra unión y nuestro trabajo demostramos a esas jerarquías, a esos que se creen tan poderosos, que somos capaces de dar la vuelta a la tortilla y que tengan por seguro que ese momento está por llegar, ya que hay pequeños indicios que son pasos de gigantes, que cada día nos lo van demostrando. Un ejemplo de esto es el nuevo nobel de economía que ha recaído en una defensora del bien comunal, Elinor Ostrom. Por ello, me convierto por momentos en Nostradamus y paso a vaticinar que tendremos una economía real, un desarrollo sostenible, una economía social equivalente para todos/as, y por lo tanto, un equilibrio mundial. Los colectivos, asociaciones, fundaciones y ongs tendrán un apoyo justo en el camino, sostenible y constante en el tiempo, para ayudar a los demás, y ésta acción se convertirá en prioritaria y será lo primero en nuestros pensamientos. Por eso, quiero animar a diferentes organizaciones no gubernamentales de ámbito nacional e internacional, que no se rindan en estos tiempos donde se premia la no iniciativa, el callar, bajar la cabeza y guardar la pela. Ánimo, sigan adelante.

jueves, 15 de octubre de 2009

Marionetas

Javi y Eva nos mandan este texto escrito por un grupo de personas con enfermedad mental,que han ganado un premio de Marionetas y esta es la descripción que hicieron de su marioneta y de cómo se sienten cada día.
Mi nombre es YOSOTOCO,que significa:-Yo-Soy-Todo-Corazon.Todo en mi tiene un significado.Mis piernas son delgadas y mis pies pequeños,porque a veces siento inseguridad.Tengo 4 brazos porque hay momentos que me siento tan activo que me faltan manos para hacer cosas.Dos de mis manos son puños de boxeo porque hay dias que siento rabia y agresividad.En mi pecho tengo un reloj de arena que simboliza el tiempo que pierdo en mis rituales y obsesiones.En mi cuello hay una copa fragil que representa lo delicado que es mi cuerpo cuando me siento mal y me abandono.Mi cara muestra dos sentimientos, tristeza en los ojos y alegria en la boca .porque es como yo me siento.Mis pelos estan en punta,porque en ocasiones siento mucho miedo.En mi cabeza hay un mundo a parte,porque muchas veces yo creo mi propio mundo de ilusiones.Por ultimo mi cuerpo es un gran corazon,porque a pesar de todo tengo una gran capacidad para amar y recibir amor.Por eso:YO SOY TODO CORAZON.

sábado, 10 de octubre de 2009

Programa del jueves 8


El programa de este jueves se encaminó hacia la posibilidad de cambiar la sociedad y sus componentes. El Manifiesto comunista de Marx y Engels y Calígula de Albert Camus representan dos llamamientos divergentes por un mundo nuevo: uno se guía por la lógica del sol, que ilumina y da vida a todos por igual, sin distinciones de clase; el otro, por el movimiento de la individualista luna, siempre cambiante en pos de sueños por encima de lo humano. Ya al nivel de la tierra, la protagonista de La piedra de la paciencia, de Atiq Rahimi, sufre las consecuencias de una guerra que nadie desea;precisamente,el deseo es el principal tema de la sociedad unipersonal sobre la que pivota La vida sexual de Robinson Crusoe, de Miquel Gall. Y aunque un individuo solo no puede cambiar una sociedad, una sociedad sí puede cambiar a un individuo cuando éste se sumerge en su cultura y en su lengua, como ocurre en Budapest, de Chico Buarque.Pero no siempre hallamos ese conflicto entre individuo y mundo:en El Curioso Incidente del Perro a Medianoche, de Mark Haddon, vemos que esa distinción es fútil para su protagonista, un niño con una visión muy particular de la realidad.

sábado, 3 de octubre de 2009

El ladrón en FACEBOOK


Teniendo la palabra "libro" incluida en su nombre, era inevitable que el ladrón buscara refugio en FACEBOOK. Así que si tienen una cuenta en dicha red social, puedes contactar con nosotros y participar en nuestro muro. Nos vemos las caras en los libros.

viernes, 2 de octubre de 2009

La vejez


El programa del Jueves 1 giró, de manera imprevista, sobre el tema de la vejez y del deterioro del cuerpo. Carmen nos habló de Sale el espectro, de Philip Roth, la historia de un escritor de avanzada edad obsesionado con una mujer más joven;José Manuel recomendó Juegos de la edad tardía, de Luís Landero, todo un ejercicio sobre la imaginación en los años de caída; Oscar abordó Doctor Faustus, de Thomas Mann, el apasionante estudio de un alma creativa a través de la enfermedad y el aniquilamiento del yo. Todo un acierto la elección de estos libros, ya que en esa fecha se celebraba el día internacional de los mayores. Ni hecho adrede...