jueves, 29 de octubre de 2009

A propósito de los escritores y los premios, por Javi


Una reflexión más...


" Las recompensas para los escritores crecen exponencialmente en los últimos años. Esto ha provocado la creación de una página web, que ofrece a sus subscriptores información sobre las bases de 3500 certámenes. La página es: premios-literarios.com"
Esta noticia, sacada del periódico el País, me hace reflexionar sobre los escritores que ya no se encuentran entre nosotros, que pasaron hambre, olvido, exilio, fusilamientos, persecuciones...No tenían tantos certámenes donde valorar su destreza con la pluma, ¿que pensarían de los 3500 premios?, cuando se tiene tanto de todo ¿se hace peor literatura?, cuando no se tiene hambre y se vive tan cómodo ¿se hacen peores libros?; ¿los escritores clásicos o de otra generación más antigua eran más creativos?, el yugo, látigo, las rejas, la policía, la censura ¿agudizan el ingenio?o todo es más fácil. Es simplemente una cuestión de gustos. Entonces ¿qué gusto tendrán los jueces de los certámenes?.
La verdad es que me alegra que se destinen tantos esfuerzos por la cultura y en este caso por la literatura en concreto, pero como en todo, en esta vida tiene que haber un "pero". Espero que los criterios de los jueces no sean los del interés propio, pueriles, especulativos y una cuestión de manga, sino justos y sin censura, dentro de la propia temática del certamen, porque esto de ser juez parece extenderse como una epidemia pandémica por el mundo, ya que juzgar y decidir sobre el esfuerzo de otros es fácil, está de moda y al alcance de cualquier mortal, entre esos mortales yo mismo.
Digo todo esto por que creo que cada día se fijan menos en autores primerizos o inéditos, como en su día Miguel Delibes ( que no es de mi devoción, todo hay que decirlo), o el caso de Camilo José Cela, Premio Planeta en 1994 y cincos años después de recibir el Nobel ( expongo esto por aquello de los criterios a seguir).
Menos mal que no se llega a los límites de los pintores, que tienen que morir para ser reconocidos y vender a precio de sueldo de político especulador una vez muerto, claro está.
Una vez más, si me equivoco decírmelo y aunque parezca que me quejo, no lo hago, porque en comparación con otros países, la cantidad de premios que hay en España es superior. Por poner un ejemplo, Perú, tiene tres certámenes literarios o premios.

"Demio" javi

1 comentario:

  1. Me temo que en el caso de los premios económicamente pródigos ocurre que están promovidos por el interés comercial. Premian a autores de renombre para amortizarlo con la venta de ejemplares. El caso de Cela es curioso porque es ahora cuando una sentencia judicial resulta favorable ante la acusación de plagio impuesta en su momento. Ganar el planeta con la idea de otro u otra, que creo, también había pariticpado en el concurso, es una práctica vil pero consentida en un cirucito como éste. En fin esta cantidad de premios, propio de un mundo globalizado, también parece confundir el oficio de escritor, con el de un jugador de ruleta o de comercial ambulante. El salto mortal que se realiza a través del ejercicio creativo es extraordinariamente rocambolesco. Y la caída es sin red. Bolaño se pasó mucho tiempo de su vida cazando premios, y en uno de éstos (generosos pero de provincias) descubrió que de entre los premiados (no con el primero) se encontraba uno de sus escritores más apreciados, comparable a Sábato, a Cortázar o a Borges. Y ahí estaba en los años 80, Antonio Di Benedetto, ganándose la vida como podía. Murió olvidado como tantos otros sin el reoconcimiento que aquéllos sí gozaron. El azar y el éxito no tienen que ver con el talento. ¿Qué premian estos premios? ¿La persistencia? o ¿la suerte? En el peor de los casos es la constatación en cubierto de un establishment literario corrupto desde el inicio. No olvidemos que Cela fue censor durante el franquismo. Y que precisamente ayudado por ese poder pudo colar sus obras. Otro caso es el del poeta Luis Antonio de Villena que fue premiado en un concurso infringiendo las bases y la propia ética: presentó textos que ya habían sido publicados (delito menor) y formaba parte del jurado (delito imperdonable y vergonzoso)
    No todos serán así. De todas formas tú apuntabas el hecho de que tanto premio oculta una mediocridad en los premiados. Pienso, primero que lo del número excesivo de premios puede deberse también a promoción monetaria de política cultural. Creo que cuando se trata de la administración local no debemos olvidar la intención política muchas veces turbia que tiende a relacionar dinero con bienestar y esta con votos y cuando encima le pones el ribete de cultura, pues prestigio asegurado, al menos para un sector. En fin también puede ser simple blanqueo de dinero. De todas formas y alejándonos de cierta paranoia (no hay que ver conspiración entodo), seguro que hay muchos otros promovidos por gente que intentan dar una verdadera oportunidad,y ahí sí que juega la suerte. Aún así el talento se confunde con el reconocimiento y este con grandes cantidades de dinero. El talento como mercancía convierte a este tipo de oportunidades en un mercado cuya finalidad última es conseguir ganancias, ya sea electoral o de opinión pública, aunque sea el último municipio olvidado de la península. Así que a concursar todo el mundo.

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