martes, 17 de noviembre de 2009

talento y economía



La parte gruesa de mis pocos conocimientos sobre cine se los debo a mi hermano Iván. Gracias a él comencé a entrar en las salas asiduamente con menos de cinco años, me utilizaba como anzuelo para convencer todos los domingos a nuestro padre de que nos llevara a la sesión matinal. Fui creciendo con películas en formato de vhs prestadas en los primeros video clubs que fueron apareciendo (la saga de las galaxias, el planeta de los simios, o las películas de Joe Dante, entre muchas). Me tragaba las sesiones del cineclub de la 2, y casi toda la colección de películas grabadas de aquellos monográficos que solían poner (Hitchkock, Ford, Hawks, Capra, Cukor, Vidor, Welles). En navidades por fin de año vi con 10 añitos 2001 una odisea en el espacio y luego los primeros musicales: Siete novias para siete hermanos, West side story, Cantando bajo la lluvia, Melodías de Broadway. Descubrí a un joven llamado Spielberg que dirigió con 21 años El diablo sobre ruedas, al extraño y común Travis, el taxista de Scorsese y a un joven Harrison Ford en American Graffiti de Lucas. Más tarde fui consumiendo una buena representación de cine mudo y cómico (los americanos, ingleses, soviéticos, alemanes). Vi Laura de Preminger y me enamoré de su música. Me despertaba tarareando las bandas sonoras que mi hemano grababa de la radio: Bernard Hermann, Max Steiner, Leonard Bernstein, John Williams, John Barry, Jerry Goldsmith... Digamos que me contagié de su obsesión. Y claro no todo queda en una lista de obras o autores guardadas en la memoria, sino sobre todo en una manera de ver el mundo. Es cierto que importó mucho el ambiente familiar, y cómo todos los hermanos nos reuníamos ante el telvisor como si de un ritual se tratase para ver una comedia de Billy Wilder o las de Hepburn y Tracy o las del oeste(Centauros del desierto, Raíces profundas, Duelo al sol, Horizontes de Grandeza...). Y tambien el cine español, las españoladas (Soria, Landa, López Vásquez, Sacristán) y Berlanga y Saura y Buñuel. Después yo hice mis propias perrerías como estropearle una cinta (cuando tenía 17 años estuve viendo todos los días durante unos cuatro o cinco meses la obra de Steve Kloves Los fabulosos BakerBoys).
Mi hermano Iván siempre mantuvo una intensa relación con el cine de una manera o de otra. Y esa relación se traduce ahora en un inmenso conocimiento y en una labor amateur en su sentido literal (no diletante por ser más profunda, ni profesional por carecer de medios económicos suficientes). Una muesta representativa de todo ese trabajo es la cantidad de cortos que ha ido escribiendo y dirigiendo junto con otro compañero de la misma camada cinéfila obsesiva, Mario. Y también con el actor Israel Reyes y la actriz Inma Évora. En su Myspace podemos encontrar el corto Destellos, ganadora del primer premio de Canarias Rueda en Tenerife, una sorprendente metáfora sobre el proceso creativo, trufado de surrealismo insular por su atmósfera onírica, o también la obra No hay comunicación, exquisita postal de las relaciones de pareja. Ejemplos, ambas obras, de lo mucho que se puede hacer con muy poco. Su enlace www.myspace.com/cineuros . Aquí va mi agradecimiento y mi homenaje particular.

Óscar





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